Con más de 23 años de operar en el país, Teradyne es un buen ejemplo del éxito de la operación de una empresa de semiconductores en Costa Rica, ya que además de consolidarse, se expandió en el 2021 en Coyol Free Zone para ampliar sus capacidades de Investigación y Desarrollo.
Carlos Esquivel, un ingeniero de larga trayectoria en Teradyne y quien lidera la operación en Costa Rica, considera es que estamos listos como país para dar un paso adelante en esta industria, gracias a los incentivos que les ofrece el Régimen de Zona Franca a las empresas y que Estados Unidos es un aliado para desarrollar este sector.
Este avance se daría a través de nuevas inversiones estratégicas impulsadas por este país norteamericano para reducir su dependencia de la manufactura asiática y del desarrollo de subindustrias que se ramificarían desde las operaciones de un potencial clúster local.
El impulso que está dando el gobierno a esta industria con esfuerzos en formación de talento e infraestructura podrían ser claves, si analizamos lo que Esquivel enumera como los elementos más importantes para atraer inversiones de este tipo. A continuación, un extracto de nuestra conversación con este experto en semiconductores:
¿A qué se dedica Teradyne y cuál es la clave de su éxito?
Con 60 años en el sector, Teradyne es líder mundial en soluciones de pruebas automatizadas, ampliamente utilizadas en procesos de fabricación de semiconductores, así como en otros tipos de dispositivos electrónicos. Contamos con una amplia cartera en automatización industrial y proporcionamos soluciones de automatización industrial utilizando robots para ello. La empresa tiene una sólida trayectoria con décadas de innovación en la industria tecnológica y contamos con representación en múltiples países.
¿Qué nos puede contar del desarrollo de la industria de semiconductores en Costa Rica?
Considero que atravesamos una gran evolución desde la presencia de una empresa tan importante como Intel, que definitivamente abrió múltiples oportunidades de crecimiento al país, desarrollando otras subindustrias. Un ejemplo claro es Teradyne, que, aunque no hacemos manufactura de semiconductores, proveemos el equipo que se requiere para hacer la prueba de estos dispositivos semiconductores una vez que ya están listos para ser comercializados.
El desarrollo de la industria es amplio, y, comparándonos con otros países de la región, Costa Rica está en una muy buena posición.
¿Cuáles retos enfrentan las instituciones educativas para formar profesionales o técnicos que puedan trabajar en esta industria?
El eje central en todo este tipo de inversión es el talento. Ninguna inversión, ninguna empresa va a querer venir a invertir al país si no tiene el talento necesario para satisfacer sus operaciones. Ese es el eje central, y es precisamente ahí donde está la oportunidad de mejorar como país. Me refiero a la Academia, donde el talento debe ser constantemente renovado, constantemente actualizado. Ese es quizás uno de los retos que Costa Rica y la Academia en general están enfrentando actualmente.
Creo que una forma conveniente y sino la mejor manera de poder enfrentar esta situación es mediante la interacción y la colaboración continua entre la industria y la Academia. La industria debe de retroalimentar constantemente a la Academia con las tendencias tecnológicas y las necesidades formativas que enfrentan las empresas.
Asimismo, la industria tiene que ofrecer espacios de experiencia a los estudiantes de carreras afines, para que se sumerjan en la materia incluso antes de entrar al mercado laboral.
¿Cuál es el potencial de Costa Rica para atraer empresas de semiconductores, si lo comparamos con el de nuestros principales competidores en la región?
Dos de los elementos esenciales son la estabilidad política y económica del país. Otro elemento que es fuerte para la inversión son los incentivos que se ofrecen, que son atractivos para la salud financiera de la empresa que se establecería. Ahí es donde es importante el Régimen de Zonas Francas y estar constantemente al tanto de lo que hace nuestra competencia, para que sigamos siendo lo suficientemente competitivos en términos de incentivos.
La estrategia de Estados Unidos es establecer un dominio global en la manufactura de semiconductores, en vista de la afectación que tuvo durante la pandemia por la escasez de estos dispositivos. Toda esa manufactura estaba concentrada en Taiwán principalmente, por lo que era necesario migrar es producción más cerca del país.
Esta situación nos ubica a nosotros como principales aliados de Estados Unidos en la región, compitiendo con otros países como Brasil, México y Panamá. ¿Qué ofrece Costa Rica que no ofrecen estos otros destinos? Principalmente la educación, ya que históricamente hemos estado muy por encima de otras regiones en este aspecto y esto nos ha favorecido. Yo agregaría también la estabilidad política, que definitivamente es un aspecto atractivo para cualquier tipo de inversión.
¿Cómo ayudará el CHIPS Act con Estados a atraer inversiones y a desarrollar la industria?
Siempre y cuando Costa Rica sea capaz de proveer del talento necesario a estas empresas, será competitivo. Hay muchas formas en las que esta alianza nos puede favorecer, pero pienso que Estados Unidos deberá apoyarnos principalmente en la formación de ese talento, permitiéndonos acercarnos entidades educativas avanzadas que nos permita cerrar la brecha formativa que adolecemos.
¿Tener un Régimen de Zona Franca sólido significa una ventaja para Costa Rica a la hora de atraer compañías de semiconductores?
El Régimen de Zona Franca ha sido históricamente atractivo para grandes empresas multinacionales, y eso es un indicativo de que es exitoso. Las recientes modificaciones en los incentivos son otro elemento determinante para posicionarnos aún mejor frente a estas compañías.
No conozco bien la experiencia de otros países, pero Costa Rica particularmente pone pocas barreras o trámites, lo que facilita que una empresa extranjera se establezca sin problemas. En el caso de Teradyne, llevamos 23 años operando en el país y hasta nos expandimos, sin enfrentar problemas administrativos. Esa flexibilidad es valiosa y nos pone por encima de otros países.
¿Cuáles subindustrias podrían nacer a partir de un clúster de semiconductores bien establecido en Costa Rica?
Similar a las operaciones existentes, podría haber otras compañías que quieran beneficiarse de los incentivos que ofrece Costa Rica. Podemos mencionar algunas subindustrias nuevas para atender la industria de semiconductores tales como las OSATs (Outsource Semiconductor Asembling Tests en inglés) y suplidores de insumos y servicios que requieran estas empresas.